miércoles, 4 de marzo de 2009

Después...

Entraba en pánico, la tripulación no decía nada, y 30 minutos antes del despliegue todos entraban en shock, que silencio tan frío tan indeseable el seguir escuchando solo el aire que corría sobre las ventilas y el murmullo de la tripulación que solo decía en su mirada vamos a morir... otros mas optimistas decían que si todo salía mal, al menos nos llevaríamos  la tierra con nosotros.

Yo estaba nervioso y solo podía pensar en lo que había sido mi vida, desde que nací nunca supe el calor de tener una familia pues la guerra acabo con todo antes que pudiera decir una palabra y ahora me encuentro aislado de los placeres que lleva una vida plena, también recordé vagamente como logré entrar a esta fortaleza donde todo empezó y se llevo a mi propia familia. 

Una vez que el ejercito que estaba en contra de la U.N. ocupo la ciudad donde vivía todos los pobladores fueron asesinados y solamente los jóvenes era reclutados para cargar los fierros y desperdicios tóxicos y armamento nuclear que ocupaban para mejorar aquellas naves de prueba, yo era uno de ellos.

Una noche las fuerzas de la U.N. entraron sorpresivamente  a las barracas y nos liberaron de aquel yugo opresor y nos dejaron libres en una isla, donde los pobladores amablemente nos dieron cobija a los pocos que sobrevivimos  aquella noche.

Antes que se marcharan hable con el comandante de la misión su nombre era el Teniente Edgar LaSalle y le pedí que me dejara ir con ellos pues necesitaba ocupar un espacio en sus reservas para un logro personal.

Y así fue como me enliste con el corazón negro de puro odio hacia aquellos que hicieron que perdiera todo...

Scramble!! Esto No es un Simulacro...

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